Es una de las danzas y canto folclórico más representativo de Boyacá, Cundinamarca y Santander. Es la tonada compañera de los promeseros en las romerías boyacenses, en los bailes de casorios, en las fiestas patronales y demás ambientes festivos de los pueblos y veredas del altiplano cundiboyacense. Es la tonada con la cual los campesinos expresan en sus coplas toda la sencillez de sus reacciones ante el amor, la desilusión, el sentimiento religioso, el paisaje variado y el aire frío de la meseta cundiboyacense. La tonada en cuyas expresiones de "mesmito" "sumercé" "queré" "truje" "vide" "gancia" "ansia" "paqué" expresan las supervivencias del castellano antiguo más típico, en estos aires de ascendencia hispano-colonial.
En general el torbellino es un baile suelto que se baila entre dos personas, aun cuando aparecen hasta cuatro parejas. Los danzantes dan vueltas, con la particularidad del movimiento femenino como un trompo, con las manos jugando al danzar. El hombre persigue a la mujer, pero ésta se escapa haciendo giros en remolino; se presenta un cambio de puesto entre el hombre y la mujer y así sucesivamente. A veces se canta, se entona una copla y se sigue bailando.
Se han distinguido variedades del torbellino, destacando: el triste o melancólico del altiplano, y el festivo de las zonas cálidas.
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